El 26 de mayo de 1801 nació en Maracay don Francisco Antonio Felipe Michelena y Rojas Queipo, llamado acertadamente “El Viajero Universal” porque no otra cosa hizo en su vida sino viajar, explorar y conocer no sólo lo más intrínseco de su país sino también los cinco continentes. Hijo de Santiago José Ignacio Michelena Unsaín y María Teresa Rojas Queipo y Natera.
Hermano de Juan José Michelena y Rojas Queipo; José Vicente Michelena Unsaín; José María Michelena y Rojas Queipo; Manuel Salvador Michelena y Rojas Queipo;Antonio Michelena y Rojas Queipo;
Fue diplomático, ministro y gobernador. Legado diplomatico de Venezuela en España (1852); Ministro Plenipotenciario de Venezuela ante la santa sede en Roma (1853).
Viajó durante cincuenta años y murió en Yabita, siendo gobernador del Territorio Amazonas el 27 de septiembre de 1876. Contaba 75 años cuando un árbol lo mató cerca del pueblo selvático de Pimichín.
En 1855 Francisco Michelena y Rojas fue nombrado Agente confidencial de Venezuela para explorar los valles del Orinoco, Casiquiare, Río Negro y Amazonas. Cuatro años duró esta expedición o exploración oficial que inició desde el Norte de la América del Sur, siempre por ríos, entrando por las bocas del Orinoco, los valles de este mismo y del Meta, Casiquiare, Marañón o Amazonas, arriba de las Bocas del Ucayalí. Luego bajó el Río Amazonas, hasta el Atlántico abarcando en ese inmenso recorrido a Venezuela, Guayana Inglesa, Nueva Granada, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia. Finalmente viajó por Río de Janeiro desde Belén en el Gran Perú, por el Atlántico, tocando en las Capitales de las principales provincias del Imperio.
Michelena remontó el Orinoco 150 millas más del punto del cual se había creído antes navegable; rectificó las equivocaciones en las que había caído Humboldt acerca del Orinoco; determinó la situación, clima, llanuras y bosques de los Valles de Río Negro, de Amazonas y de sus afluentes e hizo ver sus ventajas para la colonización; dio un conocimiento casi completo de la ramificación y enlace de todos los ríos que afluyen al Orinoco como el Amazonas y de las ventajas para la navegación a vapor; demarcó los límites de Venezuela y reseñó la vida de los pueblos y ciudades que encontró en su largo y fructífero recorrido.
Es importante destacar que el sabio Adolfo Ernst sentía una gran admiración por
Humboldt. Un ejemplo de ello lo constituyen una serie de
3 artículos publicados en El Federalista donde
realiza una aguda y dura crítica de un trabajo de
Francisco Michelena y Rojas tras la
expediciónque realizo al sur de Venezuela ydonde trató de demostrar
ciertas equivocaciones en que había incurrido Humboldt
restándole importancia a toda su obra. Ernst culmina su
tercer artículo diciendo que la obra de Michelena
"tiene, indudablemente, el triste honor de ser el
más infamatorio, aunque también el más miserable
libelo contra el sabio que primero exploró
científicamente gran parte del país...".
Michelena tambien fue poseedor de parte de la mapoteca del Deposito Hidrogafico de Madrid, al adquirir en 1845 parte de la coleccion de mapas del marino y cartografo Felipe Bauza,la cual estaba conformada por mapas definitivos de España y la America española; esta coleccion era contentiva de centenares de documentos, muchos de ellos copias, a los que se unen ejemplares del propio deposito. En 1834 el gobierno español, solicito la entrega de los cajones con los documentos, a cambio de una pension a la viuda de Bauza, diez años despues al no ser efectiva compensacion monetaria, se enprendio las diligencias para su venta.
Cabe destacar que el fondo de coleccion se encontrara repartida entre la Biblioteca Britanica de Londres,La Biblioteca Nacional de Bogota (1850) y Ministerio de Negocios Extranjeros de Venezuela, tras la venta de la coleccion por parte de Michelena.
Otro dato curioso es que entre los pocos retratos de Andres Bello
realizados del natural destaca igualmente el óleo de autor desconocido que hizo
pintar en Santiago de Chile el viajero venezolano Francisco Michelena y Rojas,
terminado el 23 de septiembre de 1850; a su regreso a Venezuela dicho viajero
lo donó en marzo de 1851 a la Universidad de Caracas; hoy se conserva en la
Biblioteca Nacional.
Don Francisco Michelena y Rojas en 1857 hizo
un reconocimiento de las minas de oro de Guayana, en busca del sitio
denominado Caratal, en su obra "Exploración Oficial por la primera vez desde el Norte de la América del Sur …"
señala la forma utilizada para las exploraciones y explotaciones, las
cuales se hacían por barrancos en forma rudimentaria, describiendo los
trabajos realizados detalladamente. La actividad exploratoria reseñada
era libre, por cuanto en aquella época se aplicaba a la Provincia de
Venezuela la legislación española, específicamente las Ordenanzas de
Minería de Nueva España que, si bien no contenían de manera específica
disposiciones atinentes a la exploración, regulaban lo relativo a los
nuevos descubrimientos.
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