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El ejército español tras haber partido de Coro se detuvo el 16 de mayo en Guataparo, a tan solo siete kilómetros de la ciudad de Valencia, en cuyas cercanías estaba el ejército de Ceballos. Cajigal asumió una posición defensiva, pues deseaba abstenerse de atacar hasta que Boves hubiese penetrado a los valles de Aragua. Bolívar salió de Valencia el 16 de mayo con cuatro divisiones y al día siguiente encontró a Cajigal desplegado en orden de combate en Tocuyito, los patriotas atacaron a la vanguardia enemiga pero Cajigal evitó el combate y se retiró vía San Carlos para dar auxilio al derrotado ejército de Ceballos en su intento de tomar Valencia. Salomón y otros comandantes locales que lo reconocieron como nuevo Capitán General de Venezuela y comandante del ejército realista. Queriendo Bolívar derrotar totalmente al enemigo y no suministrarle pérdidas parciales, se retira a Valencia el 18 de mayo dejando sus posiciones a los realistas para confundirlos y lograr que se descubran. Bolívar retrocedió en Valencia donde tenía una mejor posición estratégica.
El día 20 se presentan éstos frente a Valencia, pero se retiran, apresuradamente sin dar batalla al aparecer el ejército patriota. Esta negación de Cajigal para atacar Valencia se debío a su deseo de esperar unir fuerzas con los llaneros de Boves.
El 25 de mayo una columna del Ejército de Oriente toma la población de Valle de La Pascua, y conociendo los realistas que Bolívar ha salido de Valencia, deciden dar la batalla final pensando que este ejército se ha dividido. Ambas fuerzas se mueven buscando posiciones ventajosas. Bolívar salió el 26 de ese mes con cinco divisiones y con toda la caballería que había en la ciudad y el 28 de mayo se forman en orden de combate uno frente al otro, en plena sabana, dando lugar a la primera batalla de Carabobo.
Bolívar ha logrado reunir cerca de 5.000 hombres de las tres armas, pero el ejército realista era superior, ya que Cajigal había llegado a San Carlos con más tropas y asumido el mando en jefe. El Mariscal esperó en orden de batalla al Libertador. Trazado el plan y trasmitidas las ordenes, rompe los fuegos Urdaneta a la una de la tarde, llamando la atención con un simulacro de flanqueo por la derecha, esto era un truco, ya que distrajo a Cajigal del principal ataque que se dio por el otro flanco y el centro con el avance de José Francisco Bermúdez, Juan Manuel Valdés y Florencio Palacios. Al comienzo las posiciones se estabilizan, pero después de una hora de intenso y vivo fuego, el centro realista cede posiciones.
Cajigal echa mano de lo mejor que tenía los Carabineros de Granada, a proteger dicha posición y logra sujetar por momentos el empuje patriota. En respuesta a esto Bolívar ordena a Santiago Herrera que la caballería de José Gregorio Monagas, Juan Joséfo Rondón y Lucas Carvajal ataque a los carabineros granadinos mientras la artillería patriota de Diego Jalón logra con éxito colocar varios proyectiles en el mismo sitio donde estaba Cajigal con su Estado Mayor, haciéndolos cambiar de sitio con frecuencia con el natural desasosiego que esto ocasionaba. La caballería oriental entra en acción atacando de frente, el combate se generaliza por ambas partes, tras un terrible combate empiezan a retroceder, arrastrando con ello a la infantería realista que rompe filas y huye en medio del pánico hasta que, lanceados, los Carabineros de Granada se resienten, se desordenan, y retroceden.
A las seis de la tarde la batalla termina y Cajigal intenta organizar una retirada ordenada, cosa que le es impedido por la caballería republicana que ataca a su comitiva desde todos lados. El mariscal y su Estado Mayor apenas logran escapar con unos pocos hombres.
Tras su derrota, Ceballos huyo al oeste y Cajigal escapo a Apure, pero este último le otorgó amplios poderes a Boves para que este continuará su campaña, sin embargo, aquel optó por retirarse a los Llanos a conseguir refuerzos y apertrechar a sus tropas. Los realistas había sufrido la pérdida de 300 vidas, 500 a 700 heridos, 1.100 prisioneros, 500 fusiles, 7 cañones, el parque completo, cajas de guerra, 8 banderas, caballos, ganados y archivos personales de Cajigal. Los patriotas tuvieron 12 muertos y 40 heridos, aunque la cifra real posiblemente sea unas diez veces mayor.
La batalla pudo ser decisiva para la independencia venezolana pero Bolívar en vez de avanzar contra el Guárico para acabar con la rebelión de los llaneros con todo su ejército, lo que era la decisión más sensata, optó por dividirlo: encargó al general Rafael Urdaneta con 700 infantes marchar al Occidente, a una división al mando del general Diego Jalón de 400 infantes y 600 jinetes ir tras Cajigal y Ceballos para impedir que pudieran apoyar a Boves, él mismo decidió ir hacia Valencia y José Félix Ribas fue enviado por refuerzos a Caracas y acantonó en Aragua a Santiago Mariño con 3.000 hombres. Este acampó en Villa de Cura, desde donde podía atacar los Llanos, bastión realista. Mientras José Tomás Boves partió con un poderoso ejército desde Calabozo en una campaña que terminaría en la Segunda Batalla de La Puerta. Entre tanto, Cajigal y La Calzada se refugiaban en Apure y reunían 3.000 llaneros para volver al centro venezolano a ayudar a Boves. Ceballos aprovecharía para reconstruir lentamente sus fuerzas en su bastión de Coro.
El día 20 se presentan éstos frente a Valencia, pero se retiran, apresuradamente sin dar batalla al aparecer el ejército patriota. Esta negación de Cajigal para atacar Valencia se debío a su deseo de esperar unir fuerzas con los llaneros de Boves.
El 25 de mayo una columna del Ejército de Oriente toma la población de Valle de La Pascua, y conociendo los realistas que Bolívar ha salido de Valencia, deciden dar la batalla final pensando que este ejército se ha dividido. Ambas fuerzas se mueven buscando posiciones ventajosas. Bolívar salió el 26 de ese mes con cinco divisiones y con toda la caballería que había en la ciudad y el 28 de mayo se forman en orden de combate uno frente al otro, en plena sabana, dando lugar a la primera batalla de Carabobo.
Bolívar ha logrado reunir cerca de 5.000 hombres de las tres armas, pero el ejército realista era superior, ya que Cajigal había llegado a San Carlos con más tropas y asumido el mando en jefe. El Mariscal esperó en orden de batalla al Libertador. Trazado el plan y trasmitidas las ordenes, rompe los fuegos Urdaneta a la una de la tarde, llamando la atención con un simulacro de flanqueo por la derecha, esto era un truco, ya que distrajo a Cajigal del principal ataque que se dio por el otro flanco y el centro con el avance de José Francisco Bermúdez, Juan Manuel Valdés y Florencio Palacios. Al comienzo las posiciones se estabilizan, pero después de una hora de intenso y vivo fuego, el centro realista cede posiciones.
Cajigal echa mano de lo mejor que tenía los Carabineros de Granada, a proteger dicha posición y logra sujetar por momentos el empuje patriota. En respuesta a esto Bolívar ordena a Santiago Herrera que la caballería de José Gregorio Monagas, Juan Joséfo Rondón y Lucas Carvajal ataque a los carabineros granadinos mientras la artillería patriota de Diego Jalón logra con éxito colocar varios proyectiles en el mismo sitio donde estaba Cajigal con su Estado Mayor, haciéndolos cambiar de sitio con frecuencia con el natural desasosiego que esto ocasionaba. La caballería oriental entra en acción atacando de frente, el combate se generaliza por ambas partes, tras un terrible combate empiezan a retroceder, arrastrando con ello a la infantería realista que rompe filas y huye en medio del pánico hasta que, lanceados, los Carabineros de Granada se resienten, se desordenan, y retroceden.
A las seis de la tarde la batalla termina y Cajigal intenta organizar una retirada ordenada, cosa que le es impedido por la caballería republicana que ataca a su comitiva desde todos lados. El mariscal y su Estado Mayor apenas logran escapar con unos pocos hombres.
Tras su derrota, Ceballos huyo al oeste y Cajigal escapo a Apure, pero este último le otorgó amplios poderes a Boves para que este continuará su campaña, sin embargo, aquel optó por retirarse a los Llanos a conseguir refuerzos y apertrechar a sus tropas. Los realistas había sufrido la pérdida de 300 vidas, 500 a 700 heridos, 1.100 prisioneros, 500 fusiles, 7 cañones, el parque completo, cajas de guerra, 8 banderas, caballos, ganados y archivos personales de Cajigal. Los patriotas tuvieron 12 muertos y 40 heridos, aunque la cifra real posiblemente sea unas diez veces mayor.
La batalla pudo ser decisiva para la independencia venezolana pero Bolívar en vez de avanzar contra el Guárico para acabar con la rebelión de los llaneros con todo su ejército, lo que era la decisión más sensata, optó por dividirlo: encargó al general Rafael Urdaneta con 700 infantes marchar al Occidente, a una división al mando del general Diego Jalón de 400 infantes y 600 jinetes ir tras Cajigal y Ceballos para impedir que pudieran apoyar a Boves, él mismo decidió ir hacia Valencia y José Félix Ribas fue enviado por refuerzos a Caracas y acantonó en Aragua a Santiago Mariño con 3.000 hombres. Este acampó en Villa de Cura, desde donde podía atacar los Llanos, bastión realista. Mientras José Tomás Boves partió con un poderoso ejército desde Calabozo en una campaña que terminaría en la Segunda Batalla de La Puerta. Entre tanto, Cajigal y La Calzada se refugiaban en Apure y reunían 3.000 llaneros para volver al centro venezolano a ayudar a Boves. Ceballos aprovecharía para reconstruir lentamente sus fuerzas en su bastión de Coro.
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