Dorángel Vargas "El COMEGENTE"


José Dorángel Vargas Gómez (Caño Zancudo, 14 de mayo de 1957), también llamado el Comegente, es un asesino en serie y caníbal venezolano. Vargas era un vagabundo que solía cazar a sus víctimas en el parque Doce de Febrero, en los alrededores del río Torbes de la ciudad de Táriba, en el estado Táchira, a 750 kilómetros deCaracas. Vargas fue el primer asesino en serie conocido de la historia de Venezuela, asesinando decenas de personas, aunque también se estima que pudieron ser 40.
Dorangel Vargas Gómez de 42 años, relató: “La carne de los hombres sabe mejor que la de las mujeres”, ante la mirada atónita de los policías, que pronto pasó a susto: “Que la panza la cocinaba y se la comía, pero que le producía indigestión los pies, manos y cabezas por eso los botaba por ahí”, Al “Comegente” le encantaba comer hombres, “estos son como más sabrosos. Las mujeres son dulces.

Es como comer flores y te dejan el estomago flojo”. Él explicó que los hombres delgados sabían mejor que las mujeres y que los sabores más agradables se conseguían en la zona del vientre.”No me arrepiento de nada, como dice la iglesia, yo compartí mi pan con el prójimo y muchos me alabaron por el relleno de mis empanadas. Por necesidad me he metido en esta vaina. No me arrepiento, al contrario, me alegro porque me gusta la carne. Lo único que no me da apetito son las cabezas, manos y pies de los seres humanos pero me los comía en sopita cuando me daba hambre”.
Dorángel Vargas Gómez nació en 1957 en el seno de una familia de escasos recursos que se dedicaba a la agricultura, por lo que llegó solo hasta sexto grado de primaria. Entre sus antecedentes figuran tres arrestos, antes del último, dos de ellos por delitos menores (robo de gallinas y de ganado) y el tercero, en 1995, cuando fue internado en el Instituto de Rehabilitación Psiquiátrica de Peribeca por la muerte y posterior ingesta del cuerpo de Cruz Baltazar Moreno. El asesino fue dado de alta de ese centro. luego de dos años de tratamiento. Llevaba una vida aparentemente normal en la indigencia sin que nadie se molestara otra vez en seguir su pista.
Se cree que cometió los crímenes entre noviembre de 1998 y enero de 1999, momento en el que las familias notificaron a la policía la desaparición de los fallecidos. Dorángel cazaba a sus víctimas con un tubo en forma de lanza, los descuartizaba, guardaba las partes que se comía para cocinarlas y enterraba los pies, las manos y las cabezas. Sus objetivos primordiales eran desprevenidos deportistas y obreros que trabajaban en la orilla del río, sin embargo no comía mujeres ni niños. Como no tenía nevera para guardar la carne, mataba una media de dos personas por semana.
El 12 de febrero de 1999, un anónimo miembro de Defensa Civil atendía una corriente llamada de emergencia. Anotaba en su libreta el macabro reporte, donde dos muchachos hallaron huesos humanos en el área del Parque 12 de Febrero, aledaño al puente Libertador, diseñado por el famoso Gustave Eiffel, en las márgenes del río Torbes, entre las localidades de San Cristóbal y Táriba, en el estado Táchira. Unos miembros de Defensa Civil encontraron los restos de dos jóvenes y alertaron a las fuerzas de seguridad sobre su hallazgo. Ahondando sobre la zona, encontraron los restos de seis cuerpos más. Una vez descartada la hipótesis de que pudiera tratarse de un área de liberación de cadáveres de alguna banda de narcotraficantes o de alguna secta satánica, se recurrió a las denuncias de personas desaparecidas. Se sospechó enseguida de Vargas, que vivía en la zona próxima en una especie de rancho y que, en inspecciones de la policía, se halló en su casa varios recipientes que contenían carne humana y vísceras preparadas para el consumo, además de tres cabezas humanas y varios pies y manos. Una vez capturado, confesó haber matado y comido al menos a 10 varones en un periodo de dos años desde su arresto en 1999. Una poblada de vecinos se apostó en la comisaría y exigían que se lo llevaran para San Cristóbal, la capital del estado. Al antropófago, fue trasladado con suficiente escolta policial, para buscarle “alojamiento”. Los presos de la Cárcel de Santa Ana al enterarse del asunto, protestaron, al igual que los enfermos mentales del Centro de Rehabilitación Mental de Peribeca que no estaban tan dementes. Esquizofrenia paranoide es lo que le diagnosticaron a este venezolano.
Los psiquiatras diagnosticaron largo tiempo de encierro para el Hannibal latino: /”/Sugerencias: mantener recluido en centro cerrado bajo tratamiento siquiátrico por irreversibilidad del cuadro (esquizofrenia paranoide)/”/, escribió un perito.

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