Nacido
el 14 de marzo de 1869 en la población de Calabozo, capital del municipio
Miranda del estado Guárico, hijo de Don Francisco Lazo y Doña
Margarita Martí,
Realizó
sus estudios elementales y secundarios en el lugar nativo, paralelamente
gracias a la lectura de clásicos, aún adolescente preparaba versos inspirados
en el esplendoroso paisaje llanero y en el actuar de sus habitantes;
excelente estudiante, deseoso de convertirse en médico realizó su preparación
en el Colegio de Primera Categoría de Calabozo, institución fundada en
1839; para ayudarse económicamente, daba clases de alemán en el
referido colegio. Se movilizaba hacia Caracas únicamente a presentar los
exámenes en la Universidad Central de Venezuela, obtenía altas calificaciones y
el mejor concepto por parte de los docentes; culminando los estudios ejerció
como Médico Interno en el Hospital Vargas.
Francisco
Lazo con veinte años de edad, recibió el Título de Médico el 2 de agosto de
1890. Apegado al sistema de vida del inmenso llano regresó al pueblo
natal dedicado a ejercer la profesión, la cual convierte en un verdadero
apostolado en beneficio de los más necesitados, a quienes sin cobrarle les regalaba
las medicinas; actuaba con profesionalismo y vocación de servir a sus
semejantes.
Ejerció
en San Fernando de Apure, Puerto Nutrias, Zaraza, Valle de la Pascua y otras
pequeñas poblaciones del extenso llano, dedicado con abnegación al
tratamiento de las epidemias que azotaban la región; Lazo se involucró en la
política apoyando a Joaquín Crespo (1841-1898), y su Revolución Legalista
contra el Presidente Raimundo Andueza Palacio en 1892. Dado a la escritura
participó en el periódico político El Legalista editado en San
Fernando de Apure en 1892, escribió igualmente para el famoso periódico
caraqueño El Cojo Ilustrado. Permaneció en Puerto Nutrias entre 1893
y 1897; allí se ayudaba con una pequeña pulpería o bodega.
A los
interesados en estudiar medicina les decía: “No cuentes con que este
oficio tan penoso te haga rico”. Casó en Calabozo el 6 de enero de 1897 con
Panchita Rodríguez con quien tuvo cuatro hijos; ese año Inició la preparación
de su magistral obra La Silva Criolla; designado vicerrector
en Calabozo de Colegio de Primera Categoría; apoyó en septiembre de 1897 la
candidatura del general merideño Ignacio Andrade (1839-1925), con el aval de
Joaquín Crespo; a tal fin escribía en el periódico El Voto Directo. Ante
el avance exitoso de Cipriano Castro desde Táchira con su Revolución
Restauradora, Andrade abandonó el poder el 19 de noviembre de 1899. El Dr. Lazo dictó
clases de Literatura en Calabozo en 1901, año de publicación en Caracas de su
gran obra “la Silva Criolla” por la Tipografía Herrera Irigoyen. Incorporado
como combatiente desde ese año, luchó al lado de los integrantes de la
Revolución Libertadora liderada por el banquero Antonio Matos contra Cipriano
Castro (1858-1924), en la población de La Victoria durante los meses de octubre
y noviembre de 1902, batalla de treinta y nueve días de duración, la más larga
en la historia nacional, ganada por las fuerzas de Castro. Lazo Martí con buena
suerte pudo escapar hacia Valle de la Pascua.
Doña
Panchita falleció a causa de tuberculosis el 6 de agosto de 1903; nuestro
biografiado sufrió depresión por esta irreparable pérdida, dedicándose a escribir
versos. En Puerto Nutrias había conocido a Venturia Velasco Campins con quien
contrajo matrimonio el 17 de agosto de 1905, procrean tres hijos. Regresó a
Calabozo en 1908 por poco tiempo, siendo trasladado a Caracas debido
a una parálisis que le afectó seriamente el desempeño de sus actividades
profesionales y literarias. Sufría de insomnio, mostrando en sus obras la noche
que lo inspiraba. Por recomendación facultativa convaleció en el Hospital San
José en Maiquetía, allí lo visitaba frecuentemente el destacado doctor Lisandro
Alvarado (1858-1929), con quien mantenía una vieja y fraterna amistad. El Dr.
Francisco Lazo Martí, “el más famoso del nativismo nacional” falleció
de apoplejía cerebral el 9 de agosto de 1909, contaba apenas cuarenta años; sus
restos fueron enterrados en 1913 en la Catedral de Calabozo hasta el 27 de
octubre de 1983, cuando por disposición del Ejecutivo Nacional fueron
trasladados al Panteón Nacional. El legado de lazo Martí es extenso,
pudiendo mencionar poemas como: “crepusculares”, “Invierno”,
“Veguera”, “Flor de Pascua” y “Consuelo” entre otros. El conocido
escritor italiano Edoardo Crema (1892-1974), lo da a conocer con su estudio
sobre lazo Martí escrito en 1942; la Silva Criolla su brillante obra
iniciada con 290 versos los culmina con 368 versos ordenados en
forma armónica en once cantos, era su amplia visión del querido
paisaje llanero. Como médico benefactor recordamos sus palabras: “No
coloco en mis bolsillos las lágrimas de los pobres”.
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