La batalla naval de Sorondo fue un encuentro naval entre las escuadras republicana y española sucedido el 26 de marzo de 1812, en el marco de la guerra de Independencia de Venezuela.
Habiendo algunas provincias de Venezuela declarado su independencia el 5 de julio de 1811 la junta de gobierno en Caracas
envió fuerzas militares para reprimir a las provincias de Coro,
Maracaibo y Guayana que desconocían su autoridad y declaraban su lealtad
a Regencia española de Cádiz, leal al rey Fernando VII.
El 2 de febrero de 1812 zarpó de Cumaná una expedición de 32
cañoneras mandadas por el alférez de navío Felipe Estevez, secundado por
Juan Bautista Bideu. Su objeto era penetrar el río Orinoco para en combinación con fuerzas de tierra apostadas en Soledad, Santa Cruz del Orinoco y Barrancas, tomar la ciudad de Angostura, capital de la Provincia de Guayana
que había sido objeto de un golpe militar luego de un mes de haberse
pronunciado a favor de la Junta Suprema de Caracas surgida tras el
evento del 19 de abril de 1810. Estas fuerzas entraron en el Orinoco por
Pedernales
y se dirigieron a Barrancas y fortalezas de la Antigua Guayana. Sus
acciones se llevaron a cabo en coordinación con las fuerzas de tierra a
cargo del coronel Manuel Villapol, en Barrancas. Para neutralizar la ofensiva de Estevez zarpó una flotilla realista bajo el mando del oficial de marina Francisco de Sales Echeverría, quien fue derrotado el 27 de febrero en el caño Macareo. Los realistas regresaron a las fortalezas de la Antigua Guayana. La infantería de Villapol se hallaba situada en el cerro de Sorondo en la margen izquierda del Orinoco.
Los republicanos formaron una línea para bloquear el río, apoyada por baterías en tierra, en Sorondo
y en la costa del sur.
El 25 de marzo zarparon nuevamente fuerzas
navales realistas para romper el bloqueo, integradas por 6 goletas y 10
lanchas cañoneras; a bordo de estos buques iban 500 soldados de
infantería. No habían transcurrido 2 horas cuando fueron avistados los
republicanos en la ensenada de Naparime, mejor conocida como de Sorondo.
La escuadrilla realista de Guayana avanzó sin disparar hasta la
distancia de unos 100 m de la republicana y entonces inició intenso
fuego de bala y de metralla, lo cual obligó a la flota de Esteves a
replegarse hasta el pie del cerro, donde formó nuevamente y reanudó el
fuego.
En este primer día de combate, los realistas destruyeron 6 naves
cañoneras que les cerraban el paso del río y con esta acción pusieron
sus buques en condiciones de cortar la retirada de los republicanos.
Durante la noche Esteves ordenó la construcción de una batería en la
margen izquierda del río, al pie del cerro; trabajos ejecutados bajo el
fuego de hostigamiento de los realistas. El 26 al amanecer (Jueves
Santo), ya bien avanzada la batería, los republicanos procedieron a
emplazar en ella parte de la artillería de los buques. Los realistas, al
observar esta operación, rompieron el fuego de su artillería, el cual
fue respondido por los republicanos. Después de este duelo de
artillería, los realistas, que habían puesto fuera de combate a la mayor
parte de las naves republicanas, procedieron al abordaje y así
decidieron la acción a su favor.
La tropa de Villapol hizo una esforzada defensa en sus trincheras;
pero tuvo que retirarse cuando observó la destrucción de la escuadra de
Esteves al ser incendiados tres de sus buques mayores y el gran daño que
recibían estas tropas por efecto de la metralla realista. Los
republicanos habian sufrido 260 muertos y 538 prisioneros. En el bando
realista hubo 5 muertos y 8 heridos. En manos de Echeverría quedaron más
de 20 lanchas; 2 goletas inglesas y 1 bergantín de comercio español,
que habían sido capturados en el río; más de 40 cañones de diversos
calibres; 39 quintales de pólvora en barriles y mucho armamento menor.
Esta batalla, una de las más importantes en la historia naval del
país, representó el fin de la Primera campaña por la liberación de la
Provincia de Guayana, librada por los patriotas.
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