Vicente Balbino Nebreda Arias, conocido como
Vicente Nebrada nace en
Caracas,
31 de marzo de
1930. fue un
coreógrafo y
bailarín venezolano, parte de la generación pionera de la actividad dancística venezolana en los
años 1940. Formó parte de la Cátedra de Ballet del Liceo Andrés Bello, primer intento de escuela formal de danza en el país, y del
Ballet Nacional de Venezuela,
primera compañía profesional de largo recorrido; también fue uno de los
primeros bailarines venezolanos que hizo carrera internacional,
trabajando con la compañía de
Roland Petit en Francia, el
Joffrey Ballet y el
Harkness Ballet en Estados Unidos y el
Ballet Nacional de Cuba.
Con una extensa trayectoria como coreógrafo, que inició en 1958 cuando
estaba comenzando su carrera profesional y finalizó con la creación de
su versión de
El cascanueces en 1996, creó
61 coreografías originales y adaptaciones de ballets del repertorio clásico universal, para diversas compañías del mundo. Hijo de Alejandro Nebreda y Josefina Arias, fue el menor de cinco
hermanos en una familia de clase media, descendiente de inmigrantes
españoles. Su padre era sastre y dueño de una tienda de artículos de
cuero, que estaba ubicada en el centro de la ciudad, su madre era ama de
casa y se dedicaba exclusivamente a la atención de la familia y la
crianza de los hijos.
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Familia Nebreda Arias en 1934, Vicente con 4 años, sentado en el piso. Caracas, Venezuela | | |
Vicente estudió la primaria en la Escuela Experimental Venezuela, que
era un colegio donde se ponían en práctica nuevas formas de enseñanza.
Allí conoció a
Isaac Chocrón y
Román Chalbaud,
con quienes entabló una amistad que duró toda su vida. En el colegio se
dictaban clases de música, danza y teatro, además de las materias
formales de la primaria y contaba con una plantilla de profesores que
hicieron de la innovación en la educación su meta y pusieron en práctica
métodos nuevos para que el educando aprovechara al máximo sus horas en
el colegio.
Steffy Sthal, maestra austríaca contratada por el estado venezolano, impartía el curso de gimnasia rítmica aplicando el método
Dalcroze y montaba los espectáculos de fin de curso en los que Vicente llegó a interpretar al indio
Guaicaipuro.
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Programa de mano (página 01) de una función del Cuerpo de baile del Liceo Andrés Bello. Junio de 1946. Caracas, Venezuela |
Sus inclinaciones artísticas se afianzaron en la adolescencia, tenía
un gusto particular por el cine, al que asistía con cierta regularidad.
En 1945 asistió a una función en el
Teatro Municipal de Caracas
de la Compañía de Cantos y Danzas de España dirigida por bailarín
Joaquín Pérez Fernández, que despertó su interés por esta forma
artística. Luego ese mismo año se presentó, también en el Teatro
Municipal, la temporada de los Ballets Rusos del coronel de Basil,
compañía que estaba conformada por algunos exbailarines de la extinta
compañía de
Diaghilev y cuatro de sus integrantes, los esposos argentinos
Hery y
Luz Thomson y los irlandeses
David y
Eva Grey, decidieron quedarse en Venezuela huyendo de la miseria en la que estaba sumida Europa después de la
Segunda Guerra Mundial.
2 Estos bailarines comenzaron a dictar clases privadas y le propusieron al director del
Liceo Andrés Bello,
Dionisio López Orihuela, abrir una cátedra de ballet en esa institución
educativa; al director le encantó la idea y hacia finales de 1945 se
iniciaron las clases de la Cátedra de Ballet del Liceo Andrés Bello.
Vicente era estudiante del liceo e inmediatamente se inscribió en el
nuevo curso e inició sus estudios de danza.
Los esposos Thomson pronto emprendieron otro proyecto fuera del Liceo
Andrés Bello, El Club de Ballet. La cátedra quedó en manos de los Grey y
Vicente decidió seguir con los Thomson. Allí afianzó su relación de
amistad con quienes serían sus compañeras de baile por años y con
quienes se iría del país,
Irma Contreras y
Graciela Henríquez.
En
1948 ingresó en la
Escuela Nacional de Ballet dirigida por
Nena Coronil y cuatro años más tarde viaja a
Nueva York para continuar sus estudios de ballet en la
School of American Ballet con los maestros Anatole Oboukoff, Pierre Vladimiroff y Edward Caton.
Carrera internacional
Cuba
En 1952 recibió la invitación de
Alicia Alonso para formar parte de su compañía de baile en
La Habana,
Cuba.
Luego de casi un año de trabajo, se lesionó una rodilla y tuvo que
guardar reposo, es entonces cuando decide regresar a Venezuela en 1953,
para reponerse de las lesiones. Después de su recuperación ingresó a la
recién creada compañía
Ballet Nena Coronil.
Con esta compañía versionó e interpretó ballets del repertorio clásico y
comenzó a crear coreografías; de esta época son sus piezas versionadas
Las Sílfides, La siesta de un fauno y Bodas de Aurora (III acto); y una obra original: Concierto en Varsovia.El 15 de noviembre de 1953 se fundó la televisora
Radio Caracas Televisión
y el 16 iniciaron transmisiones, el Ballet Nena Coronil fue parte de
esa primera transmisión con la versión de Vicente del ballet
Las Sílfides, donde interpretó el rol principal junto a
Irma Contreras y
Graciela Henríquez. También formó parte del primer espectáculo profesional que realizó esta compañía en el
Teatro Municipal de Caracas.
Francia
Luego de dos años de trabajo en la compañía de Nena Coronil, Nebrada
junto a sus inseparables amigas de la época, Irma Contreras y Graciela
Henríquez, se dan cuenta de que para continuar su carrera profesional
deberán viajar fuera del país. Es entonces cuando Irma Contreras, usando
sus contactos allegados a
Marcos Pérez Jiménez,
consigue una cita con él y le pide una beca de estudios en el exterior
para los tres. Pérez Jiménez le otorga las becas y los pasajes aéreos.
Es así como en 1955 renunciaron al Ballet Nena Coronil y viajaron a
Francia, becados por el gobierno venezolano, y se instalan en París. El
Ballet Nena Coronil no aguantó estar sin sus tres principales solistas y
cerró poco tiempo después. También fue factor fundamental del cierre
que
Margot Contreras, hermana de Irma, dejara la compañía y fundara una nueva escuela de ballet, la
Academia Interamericana de Ballet y el
Ballet Interamericano de Venezuela, abriendo las puertas al éxodo de alumnos y bailarines de Nena Coronil.
Ese mismo año Vicente ingresó en la compañía de
Roland Petit, en París. Además de participar como bailarín creó para esa compañía dos pequeñas piezas,
Pas de deux y
Danza de los adolescentes. Un año más tarde se mudó a la compañía
Las Estrellas de Montecarlo. Poco se sabe de estas participaciones más que algún programa de mano o catálogo.
En 1957 regresó a Venezuela junto con Irma Contreras, quien fundó
junto con su hermana Margot el Ballet Nacional de Venezuela. Vicente
trabajó en esta nueva compañía en calidad de bailarín solista y
coreógrafo. Para esta compañía creó dos obras,
Quinta Sinfonía con música de
Tchaikovsky y
La Valse con música de
Maurice Ravel.
Estados Unidos
Decidido a continuar con su carrera internacional y viendo a
Estados Unidos como su meta, viajó en 1958 y audicionó en el
Joffrey Ballet. Esta compañía era patrocinada por la multimillonaria
Rebekah Harkness
quien heredó la fortuna de su esposo, que era dueño de acciones en las
explotaciones de la compañía petrolera Standard Oil y, gracias a su
inversión, la compañía de Joffrey pagaba a los bailarines, contrataba
coreógrafos y hacía espectáculos y giras. Rebekah pidió tener más
participación en la toma de decisiones artísticas de la compañía y que
la compañía pasara a llamarse Harkness en su honor. Robert Joffrey,
quien era el director y fundador de la compañía, se negó a aceptar las
exigencias de Rebekah y entonces la Fundación Harkness le retiró el
apoyo económico. Es cuando Rebekah funda el
Harkness Ballet en 1964, y absorve a muchos de los artistas que conformaban el Joffrey Ballet, entre ellos a Vicente.
El Harkness Ballet hizo su estreno en 1965 fuera de los Estados Unidos, en
Cannes, con George Skibine como director, y un repertorio compuesto por trabajos de
Alvin Ailey, George Skibine,
Erik Bruhn, Brian Macdonald y Stuart Hodes. El trabajo de la compañía fue principalmente en el extranjero y tuvieron un éxito inmediato.
Ya en 1967, cansado de bailar, con el cuerpo lesionado y pensando en
que no podía seguir en esa carrera por mucho tiempo ya que estaba
envejeciendo, decide hablar con Rebekah y pedirle la oportunidad de
iniciar su carrera como coreógrafo y hacer una transición suave. Rebekah
acepta la propuesta y lo autoriza a iniciar sus trabajos coreográficos
con la compañía juvenil. Vicente empezó a crear la obra
Caín que
fue revisada y evaluada en los salones por la directiva de la compañía,
lo que le valió la oportunidad de seguir trabajando en el área
coreográfica. Gracias a esta oportunidad creó en 1969, lo que sería su
primer éxito internacional
Percusión para seis hombres con música de
Lee Gurst.
Esta pieza se presentó en 1969 e inmediatamente pasó a formar parte del
repertorio de la compañía profesional, que la llevó a un festival en
Alemania, obteniendo buenos comentarios de los especialistas. Este éxito
le abrió definitivamente las puertas del Harkness Ballet para dedicarse
a la coreografía y dejar el área de la interpretación. Se retiró como
bailarín en 1970, cuando tenía 40 años. Para esta compañía creó un total
de 8 piezas:
Percusión para seis hombres,
Schubert Variations,
Percusión para seis mujeres,
Géminis,
Claro de Luna,
Sebastián,
Sombras y
Memorias.Estando en esta compañía inició su relación con el bailarín
Zane Wilson,
que se convertiría en su compañero sentimental y fiel asistente durante
más de 30 años y quien le acompañaría y apoyaría en todas sus empresas.
La compañía se disolvió en 1975 y muchos de sus bailarines fueron
incorporados a distintas compañías en el mundo, entre ellas el
Ballet Internacional de Caracas, bajo la dirección artística de Vicente Nebrada y
Zhandra Rodríguez.
Regreso a Venezuela
Ballet Internacional de Caracas
En 1974 se unen dos grandes emprendedores en una sola idea,
María Cristina Anzola y
Elías Pérez Borjas
se plantean crear una compañía de ballet en Venezuela que tuviera
trascendencia internacional. Inician una serie de acciones para dar
sustento a la idea, María Cristina crea junto con otras personalidades
del mundo del arte en Venezuela, la Fundación Pro-Artes Coreográficas,
para dar base legal al proyecto; Elías, que era el director de
Fundateatro, apoyado por María Cristina inicia la programación y
realización de la Reseña Nacional de Danza de 1974. Llevaron adelante
este proyecto con el propósito de obtener un panorama general del estado
y calidad del movimiento dancístico y de las agrupaciones artísticas
que hacían vida en el territorio nacional.A pesar de las limitaciones de presupuesto lograron realizar todas las
funciones programadas, en una de ellas participó como bailarina invitada
internacional la venezolana
Zhandra Rodríguez, quien había hecho carrera en el exterior y era primera bailarina del
American Ballet Theatre.
Ese mismo año, en los Estados Unidos, dos compañías de ballet entraron
en crisis, el American Ballet Theatre amenazaba con cerrar y el Harkness
Ballet cerraba ya definitivamente, Vicente era el coreógrafo residente
del Harkness y pronto se quedaría sin trabajo, luego de haber hecho una
larga carrera en los Estados Unidos. Elías aprovechó esta oportunidad y
se reunió con él para plantearle la nueva idea de una compañía
profesional en Venezuela y ofrecerle el puesto de coreógrafo residente.
Para la constitución del Ballet Internacional de Caracas se conjugaron
varios factores, el éxito de la presentación de Zhandra, junto con el
empuje de María Cristina y Elías, la aceptación de Vicente, la crisis de
las compañías estadounidenses y el apoyo económico del Estado
venezolano.
Finalmente en julio de 1975 iniciaron el trabajo en la nueva compañía
con Vicente como director artístico, Zhandra como bailarina estrella,
Elías como gerente general y muchos de los bailarines del Harkness
Ballet que recientemente se había disuelto. La compañía tomó el nombre
de "Ballet del Nuevo Mundo" y luego por exigencias gubernamentales
cambia por
Ballet Internacional de Caracas.
Vicente sintió el compromiso de mostrar una compañía profesional con
solo tres meses de trabajo y endureció sus exigencias. Rubén Monasterios
habla de el carácter de Vicente en esa época:
La personalidad de Vicente contribuyó a que tal cosa fuera posible;
generalmente considerado como un director fuerte, entonces se comportó
de manera definitivamente tiránica y feroz, alcanzando lo que algunos
consideraban los límites de la crueldad para lograr el registro esperado
en sus bailarines.
Rubén Monasterios
El estreno fue el 4 septiembre de 1975 en el
Teatro Municipal de Caracas. El teatro estaba lleno y asistieron personalidades políticas al evento. Se estrenó en esa ocasión la obra de Vicente
La Luna y los hijos que tenía con música de
Michael Kamen que la compuso especialmente para esta obra. Con esta compañía realizó numerosas giras por
Europa y
América y creó varias coreografías, la más famosa de ellas
Nuestros Valses en 1976, que todavía hoy continúa siendo bailada por compañías en el mundo.En 1980 con motivo de la celebración del 40º aniversario del American Ballet Theatre, se interpretó en la
Ópera del Metropolitan de Nueva York su coreografía
Una Danza para ti (con música de
Teresa Carreño).
A finales de este 1980 los conflictos internos en el Ballet
Internacional de Caracas acabaron con una de las compañía más
importantes de Venezuela, en enero de 1981 fue definitivamente cerrado.
Zhandra continuó en Venezuela y fundó el
Ballet Nuevo Mundo de Caracas y Vicente decidió regresar a Nueva York.
Otras compañías
Durante su estancia en Estados Unidos entre 1981 y 1984, Vicente
continuó con la creación de obras pero ya como coreógrafo contratado por
proyectos específicos y no como coreógrafo estable en ninguna
institución. Varias compañías le abrieron las puertas, entre ellas el
New World Ballet, el
Ballet Nacional de Canadá, el Royal Winnipeg Ballet, North Carolina Dance Theatre, Ballet Jazz de Montreal, Ballet del
Teatro Municipal de Río de Janeiro,
Royal Ballet of Wallonie y Ballet Hispánico of New York. Con esta
última compañía mantuvo una relación que duró muchos años y rindió
frutos artísticos.
Ballet Teresa Carreño
A inicios de 1984, Elías Pérez Borjas es nombrado director general del
Teatro Teresa Carreño
y contactó a Vicente para ofrecerle la dirección artística de la
compañía de ballet de esa institución. Vicente aceptó el cargo a mitad
de ese mismo año y comenzó a trabajar en lo que sería la primera
presentación bajo su dirección. En diciembre de 1984 se realizó la
primera función bajo la nueva dirección artística presentando el ballet
Pájaro de fuego,
que había sido estrenado en 1982 por el Royal Winnipeg Ballet. Durante
los 18 años que duró su permanencia en esta compañía de ballet fue un
factor fundamental de la riqueza y contemporaneidad del repertorio de
este grupo y del elevado nivel profesional exhibido por sus bailarines.
Ejerció la dirección artística hasta su fallecimiento en 2002.
Coreografías
Las obras de Vicente Nebrada se caracterizan por un cuidadoso detalle
en todas sus áreas, producto de la exigencia del creador. Nebrada
utilizó el estilo neoclásico y le dio un sentido particular, realzando
la femineidad de la mujer latinoamericana. Fue particularmente conocido
por el estilo personal que le imprimió a sus
pas de deux.
La personalidad artística de Vicente Nebrada fue definida por Clive Barnes del
New York Post,
con las siguientes expresiones: "Vicente Nebrada es un coreógrafo
multifacético y fascinante cuyo talento podría dar al ballet
latinoamericano una identidad y un estilo propio".
El repertorio coreográfico de Nebrada lo conforman más de sesenta títulos, de los cuales sobresalen: Nuestros Valses, Una Celebración de
Haendel, Percusión para seis hombres, La Valse, Caín, La Luna y los hijos que tenía,
Pájaro de fuego,
Romeo y Julieta, Pentimento, Fiebre, Doble Corchea,
El lago de los cisnes,
Van Gogh y
El Cascanueces. Sus coreografías han sido interpretadas por diferentes compañías de ballet alrededor del mundo.
Según algunas destacadas personalidades de la danza en Venezuela el
legado coreográfico del maestro Vicente Nebrada ha sido apartado del
acervo cultural venezolano.
Herencia coreográfica
Vicente Nebreda nombró en su testamento a
Zane Wilson
como "Heredero Universal" de todas sus obras coreográficas. Wilson fue
el asistente coreográfico y compañero sentimental de Nebrada a lo largo
de más de 30 años. Los derechos de autor por las coreografías, de
algunas de sus obras en Venezuela, estuvieron en litigio entre Zane
Wilson y el Teatro Teresa Carreño.
En el año 2011, gracias a las gestiones de la directora del Teatro
Teresa Carreño, Alice Dotta, y de la gerente del la compañía de ballet
residente del Teatro, Cristina Fungairiño, se retoman las conversaciones
por los derechos sobre las coreografías de Nebrada con Zane Wilson. De
estas conversaciones surgieron algunos convenimientos y, en mayo de
2012, se presentó en el Teatro Teresa Carreño una gala de ballet en
homenaje a Nebrada, que contó con 4 de sus obras más representativas, acompañados por la
Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas dirigida por
Rodolfo Saglimbeni.
Las negociaciones siguieron durante 2013 pero, debido a los
constantes cambios que realiza el gobierno nacional de las autoridades
del Teatro Teresa Carreño, las conversaciones y convenimientos no
pudieron continuarse. Sin embargo la obra de Nebrada sigue siendo
cotizada por compañías alrededor del mundo, el Ballet del
SODRE en Uruguay, Ballet Estable del
Teatro Colón de Buenos Aires, Instituto Colombiano de Ballet Clásico,
Ballet de Santiago de Chile,
Ballet Hispánico de Nueva York, Ballet de Filipinas, Ballet de
Monterrey en México, son algunas de las compañías que incorporaron
piezas de Nebrada en su repertorio, entre 2010 y 2015.
Premios y Condecoraciones
- 1976: Premio Fokine, otorgado por la Universidad de la Danza de París por su coreografía Shadows. Francia
- 1984: Premio CONAC de Danza Clásica, otorgado por el Consejo Nacional de la Cultura. Venezuela.
- 1986: Orden Diego de Lozada en su Primera Clase, otorgado por el gobierno venezolano. Venezuela
- 1991: Premio Nacional del Artista: Espectáculo del año "El lago de
los cisnes", otorgado por la Fundación Casa del Artista. Venezuela.
- 1991: Premio Nacional del Artista: Coreógrafo del año, otorgado por la Fundación Casa del Artista. Venezuela
- 1992: Premio Nacional de Danza, que se otorga por primera vez en Venezuela.
- 1992: Premio Nacional del Artista: Coreógrafo del año, otorgado por la Fundación Casa del Artista. Venezuela
- 1993: Orden de Andrés Bello en su Primera Clase. Venezuela
- 1995: Orden del Libertador Simón Bolívar en el grado de Gran Oficial, con motivo de sus 50 años de vida artística. Venezuela
- 1995: Premio Municipal de Danza, otorgado por el Concejo del Municipio Libertador. Caracas, Venezuela.
- 1996: Premio Nacional del Artista: Coreógrafo del año, otorgado por la Fundación Casa del Artista. Venezuela
- 2001: Premio Monseñor Pellín en su XII edición: Obra de Teatro infantil del año, El Cascanueces. Venezuela