En 1846, se publica el último número de "El Venezolano", considerado
como uno de los periódicos más completos y documentados que han
circulado en el país.
Antonio Leocadio Guzman junto
con Tomás Lander fundó “El Venezolano” que editaba en la imprenta de don
Valentín Espinal. Siendo director de “El
Argos”, Antonio Leocadio Guzmán sufrió la primera agresión personal motivada
por una nota periodística en Venezuela.
El periodista criticó en su periódico al comandante brasileño Abreu y
Lima, quien pertenecía al ejército venezolano y éste lo aguardó una noche en
sitio estratégico y lo hirió a sablazos.
José Gil Fortoul considera que con “El Venezolano” se
inicia la etapa de la prensa popular en Venezuela pues hasta entonces la prensa
circulaba principalmente en las esferas aristocráticas, alejada de un pueblo
analfabeto en su gran mayoría. Guzmán
defiende las corrientes políticas liberales y fueron célebres y prolongadas sus
polémicas con ese otro gran periodista que fue Juan Vicente González, quien
defendía la tesis conservadora. El
“Diario de la Tarde”
aparecido el primero de junio de 1846 era la tribuna de Juan Vicente González y
sus baterías estuvieron siempre dirigidas a Guzmán y los liberales, a los que
llamaba “maulas disfrazados”.
Surgido a la sombra del gobierno de Antonio Guzmán Blanco, como apoyo a las ideas liberales que lo llevaran a decretar la instrucción primaria obligatoria y gratuita, el matrimonio civil y la subordinación total de la Iglesia al Estado, El Venezolano fue uno de los vehículos, utilizados para divulgar dichos objetivos.
Guzmán Blanco dirigió el periódico durante siete años. El último número cerró con la siguiente declaración: "Se ha demostrado que la oposición no era el empeño de un hombre, sino la causa de la comunidad. Venezuela ha dejado de ser patrimonio de un caudillo militar".
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