El científico venezolano Rafael Rangel
es recordado por su trabajo dedicado a las enfermedades tropicales,
fundador de los estudios de parasitología y el bioanálisis en el país.
Su contribución recién entrado el siglo XX, pasa por la descripción de
una nueva especie de Necator americanus, causante de la anquilostomiasis
en el ser humano y la derrengadera en la sangre de los caballos. Este
trujillano que nació el 25 de abril
de 1877 en la población de Betijoque, (Estado Trujillo).José Rafael Estrada (Rafael Rangel) nombre
con el cual fue presentado, nace el 25 de abril de 1877 a las nueve de
la mañana en el Barrio El Arenal casa 9-8 en Betijoque, Estado
Trujillo. Vicente Matos Ex-Presidente del Concejo
Municipal de Betijoque afirma que su abuelaJerónima Peña de Matos fue la
comadrona quien asistió en el parto de la madre de Rafael Rangel,
ocurrido en la casa señalada con el N° 9-49, situada al otro lado de
la calle. Fueron sus padres Teresa
Estrada (Ma. Teresa) soltera, casi adolescente, se tiene poca
información, sólo se sabe que vivió pobremente, en las afueras del
pueblo en un lugar denominado la Piedra del Zamuro y la Quebrada de
Vichu. Fallece el 29 de octubre de 1877, a los seis meses de haber
nacido su hijo. Precozmente huérfano, Rafael, pasará sus primeros meses
al cuidado de su tía y madrina Ramona Estrada.
Su
padre Eusebio Rangel Moreno, nace en 1854 en Sabana Larga,
Departamento Valera, era hijo de agricultores y se dedicaba al comercio y
fabricación de tabacos, fue hábil en los negocios lo cual le permitió
una vida económicamente holgada.
Rafael Rangel, fue bautizado en la iglesia
parroquial de San Juan Bautista de Betijoque el 29 de octubre de
1877, el mismo día que daban cristiana sepultura a su madre Teresa
Estrada, y es presentado por su padre el 30 de octubre de 1877 en la
Prefectura Civil del Distrito Betijoque, con este reconocimiento
oficial, obtiene el derecho legal de usar el apellido Rangel que honró y
dignificó para su familia y su Patria. Once meses y medio más tarde,
el 9 de septiembre de 1878, su padre Eusebio se casa, con MaríaTrinidad
Jiménez, los recién casados llevan a Rafael a vivir con ellos, será
criado como hijo propio por su madrastra, a quien correspondió con el
mismo afecto filial.
Sus hermanos por parte
de padre, en su matrimonio con María Trinidad Jiménez fueron, María la
mayor quien muere en la epidemia de fiebre amarilla en Betijoque en
1888, José Eusebio nacido en 1883 y José (Pepe) nacido en 1886 y otros
cuatro hermanos que tuvo fuera del matrimonio: Dolores Jáuregui, Blasa
Ramona González, José Gonzalo Aranguren y María Natividad Molina.
Rafael
Rangel crece y estudia en un medio donde se rinde excesivo culto al
valor físico, indispensable en las contiendas guerrilleras de aquella
época. En ese ambiente Rangel, cuyo carácter retraído, pero a la vez
tenaz, perseverante y sencillo, no le anima formar parte en los juegos
de sus compañeros, dada su desmedida pasión por el estudio.
Recibe
su educación primaria en Betijoque en el plantel dirigido por el
educador trujillano don Enrique Flores, quien lo inicia en la lectura y
en los estudios elementales, en la primera Escuela Federal creada en
Betijoque en 1879. Después pasó a cursar estudios teológicos en el
Seminario Diocesano de Mérida, del cual posteriormente se retira e
ingresa al Instituto Maracaibo, regentado por el pedagogo zuliano Raúl
Cuenca, el 3 agosto de 1896.
Ingresa al Colegio Bolívar destinado a impartir estudios secundarios y para el año de 1896 obtuvo el diploma de Bachiller en Filosofía en la Universidad del Zulia, de esa época datan sus estudios de francés realizados por iniciativa propia. En septiembre de ese mismo año comenzó sus estudios de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, obtiene conocimientos en Anatomía, Histología, Bacteriología, Física y Química
Médica. Tiene como profesores a los destacados doctores Luis Razetti y
José Gregorio Hernández y aún le queda tiempo para estudiar alemán e
inglés, Termina sin tropiezos su primer año con notas sobresalientes.
Se matricula en el segundo año de medicina y toma parte en el concurso
de externos del Hospital Vargas, en dicho concurso los estudiantes
deben presentar la tesis de Hueso Coxal, Rangel obtiene el segundo
lugar, con 19 3/5 puntos, de la máxima puntuación de 20.
No
completó el segundo año de Medicina, al retirarse voluntariamente; sin
embargo el adiestramiento que obtuvo en el breve lapso de estudios y
las lecciones que recibió del Dr. Santos Aníbal Dominici en el
Instituto Pasteur de Caracas en 1900, donde fue preparador, le
permitió familiarizarse con la Bacteriología y la Microbiología, y el
haber sido externo en la cátedra de Clínica Médica dirigida por el
mismo Dr. Domínici, le facilitó la incorporación como asistente a las
salas San Miguel y San Vicente de Paúl. Ayuda al maestro en las diarias
visitas que éste efectúa a los pacientes del Hospital Vargas, y de
esta manera se entrena directamente en el campo práctico de la ciencia,
la cual ha elegido para desarrollar sus actividades, se incorpora
definitivamente a la disciplina del Laboratorio.
El
desempeño que obtuvo como preparador en las cátedras dirigidas por el
Dr. José Gregorio Hernández, le permitió conocer las técnicas de la
parasitología microscópica, la coloración de microorganismos, la
elaboración de medios de cultivo y la inoculación de gérmenes patógenos
en animales de laboratorio.
Tan grande es el esfuerzo intelectual y la
consagración al estudio, que sufre una tuberculosis pulmonar y el Dr.
Dominici, con quien entabla una cálida relación personal y profesional,
le recomienda que regrese a su pueblo natal, y se traslada a la Mesa de
Esnujaque, para reponerse, luego vuelve a Caracas, y una vez recuperado
se incorpora de nuevo al Laboratorio.
En 1902 ejerció como Director del
Laboratorio de Microbiología del Hospital José María Vargas de
Caracas, donde realizó su estudio de la anquilostomiasis como causa de
anemias graves en el medio rural, además de hacer exámenes de rutina, ofrece
soluciones terapéuticas y desarrolla una corta pero fructífera carrera.
Por sugerencia del Dr. Hernández, sigue como línea de investigación
el estudio, de la estructura y fisiología del Sistema Nervioso. Inició la organización
del Laboratorio al comienzo contó con pocos equipos, pero con el apoyo
del Presidente Cipriano Castro, logró convertirlo en un Centro no solo
de servicios para el Hospital, sino de investigación activa en el
campo de la parasitología.
Rangel
con frecuencia ejecuta las autopsias y se per- fila como uno de los
grandes precursores de nuestra anatomía patológica, mediante el estudio
macro ymicroscópico de los órganos y tejidos después de la autopsia o
el acto quirúrgico. Por ello en los pocos años que le toca dirigir el
Laboratorio del Hospital Vargas obtiene una producción científica,
apoyada en publicaciones abundantes.
Esto disminuye al desaparecer Rangel, convirtiéndose en un laboratorio de rutina, sin mayor énfasis en la investigación.
En
su destacada trayectoria científica Rangel como Parasitólogo básico,
investiga y descubre los agentes etiológicos de dos enfermedades
endémicas en nuestro medio, una humana, la Uncinariosis y la otra
animal la Derrengadera de los Equideos.
Una
de sus contribuciones de mayor impacto, consistió en el análisis
sistemático detallado y fundamentado en el estudio de casos de
Anquilostomiasis asociados a causa de anemias graves en poblaciones
rurales. En las deyecciones de pacientes y en la mucosa intestinal
observó el parásito Necator Americanus y sus huevos. Esos hallazgos
resultaron sumamente útiles para establecer el tratamiento de la
enfermedad.
En 1904 se trasladó a Los Llanos para
investigar la derrengadera, causada por el Tripanosoma;
Rangel fue un
adelantado cuando pronuncio, tres años antes de que Chagas relatara sus
descubrimientos
Quién sabe cuantas formas de fiebre perniciosas de
Los Llanos, no estudiadas aún, se deben a flagelos de ese género?
Años
más tarde el Dr. Enrique Tejera halló
al lado del Tripanosoma Cruzi
otros flagelos a los que denominó en 1920, Trypanosoma Rangeli ,
quedando así inmortalizado este nuevo flagelo, con el nombre del ilustre
Rangel. En 1906
diagnostica en Coro una enfermedad bacteriana conocida como “grito de la
cabra”.
Como Bacteriólogo,
investigó en los cueros de los mataderos de Valencia y en las cabras y
ovejas de Coro, el agente infeccioso del Carbunclo Bacteriano o Bacilus
Anthracis.
Como
Entomólogo, Rangel inició el estudio de los zancudos en Caracas. Uno
de sus discípulos, el Dr. José M Romero Sierra, desarrolló su tesis
doctoral sobre el tema, con su trabajo Contribución al estudio de los
mosquitos de Caracas publicada en 1907, la primera vez que fueron
descritos en Venezuela, mosquitos del género Anopheles, con base en
investigaciones de su maestro.
Entre
marzo de 1903 a 1904 el Dr. A Herrera Vegas, Director de Higiene,
preocupado por la alta incidencia de enfermedades disentéricas e
intestinales y observando que las legumbres y hortalizas cultivadas en
el valle de Caracas eran regadas casi en su totalidad por aguas
cloacales, va personalmente a los campos y con las debidas precauciones
de esterilidad toma muestras de aguas y legumbres y las envía a
Rangel, y una vez más en el Laboratorio del Hospital Vargas, un informe
de Rangel señala la presencia de infusorios y hongos.
En 1904 se vincula sentimentalmente a Ana Luisa Romero, en 1905 nace su primer hijo Ezequiel, y en 1907 nace su hija Consuelo.
En marzo de 1908 se dio en el puerto de
La Guaira un brote bacteriano que aunque Rafael Rangel –como jefe del
equipo sanitario– no logra controlar con rapidez, sí certifica que no se
trataba de peste bubónica, el Dr. Rosendo Gómez Peraza, médico ampliamente conocido y
residente de la localidad, observó un caso que diagnosticó como Peste
Bubónica. El General Cipriano Castro, para entonces Presidente de la
República, por insinuación de su Ministro del Interior Dr. López
Baralt, médico (protector de Rangel) y el propio Dr. Rosendo Gómez
Peraza consideran que Rangel debe ser enviado con urgencia a investigar
el problema. Rangel llega el 20 de marzo e inmediatamente le son
presentados dos enfermos con fiebre y bubones, con evolución de 14 y 19
días respectivamente, el 21 de marzo parte de la población expectante y
el equipo médico encargado de la contingencia sanitaria en La Guaira,
estaban al corriente de los animales inoculados, no encontrándose
alteración de ninguna especie, por lo que Rangel concluye en forma
definitiva de que no se trata de peste bubónica, ya que al comienzo no
logró la identificación del bacilo causante de la terrible enfermedad.
Pese
a la información oficial de que no había peste, siguen apareciendo
casos en La Guaira. El 11 de abril le llega a Rangel el insistente
rumor de la presencia de nuevos casos de fiebre con bubones, que se
habían presentado en La Guaira. Rangel decide espontáneamente y con
mucha prudencia bajar a La Guaira para averiguar la realidad de los
hechos. En esta oportunidad le participa al General Cipriano Castro,
con la mayor discreción,
que he podido examinar bacteriológicamente
uno de los referidos casos y me es muy doloroso participarle que esta
vez he encontrado el bacilo específico de la peste. Rangel queda
encargado de estudiar, controlar la enfermedad reinante, y para detener
su propagación continúa desplegando una actividad y una energía
descomunal. Una de las medidas más duras que tuvo que tomar, fue la de
quemar ciertas viviendas infectadas prometiendo que el gobierno
resarciría su costo. Otras recomendaciones son, controlar la peste,
evitar que se propague a Caracas y a otros sitios del país y, eliminar
las ratas y ratones potenciales portadores de la enfermedad.
Como
hecho anecdótico, en La Guaira, se decidió pagar un Real por cada rata
(suma relativamente importante para la época) y Medio Real por cada
ratón, traídos vivos o muertos a las autoridades, en Puerto Cabello
se pagaba Medio Real por rata viva o muerta y en Caracas y en Camatagua
una Locha por rata y un Centavo por ratón. En Caracas en el Cementerio
de los Hijos de Dios, como ejemplo, se estuvo pagando por varios meses
Medio Real por Rata y un Cuartillo (Locha) por Ratón. Para el 7 de
septiembre se habían capturado e incinerado cerca de 60.000 ratas.
El
18 de abril se emite un Decreto, cerrando el Puerto de La Guaira,
cuando Rafael Rangel está más seguro de la naturaleza pestosa de la
epidemia.
Hacia
el 18 de mayo, la enfermedad comienza a amainar y se abre de nuevo el
Puerto de La Guaira por Decreto del 23 de mayo de 1908, más o menos
cinco semanas después de haberse iniciado. A principios del mes de
julio son dadas de alta a los últimos pacientes en convalecencia, Rangel
retorna a Caracas, y sin pérdida de tiempo se entrega a recopilar sus
datos y analizar su experiencia en la lucha contra la Peste Bubónica.
Surgen
contrariedades a consecuencia de su actuación ante la epidemia de La
Guaira. Los propietarios de los ranchos quemados vienen a su
laboratorio en Caracas para reclamarle airadamente que se les pague su
propiedad, situación que Rangel no puede manejar, pues no tiene
capacidad económica para hacerlo, se defiende con dignidad, pero las
interpretaciones desviadas de sus investigaciones sobre Bacilo de
Yersin, la negación de la beca ofrecida para estudiar fuera del país
(Medicina Tropical)
y la maledicencia, conciente o inconsciente,
destrozaron su sensibilidad, lo cual desencadenó en él, una depresión
de significativas consecuencias.
Sin
embargo ante esta adversidad, trabaja en dilucidar la causa de la
enfermedad del banano, llamada Bereque, causada por una bacteria.
El
19 de agosto de 1909 invita a los internos del Hospital Vargas a una
conferencia, para presentar lo que sería su último trabajo científico,
un caso de Micetoma, o Pie de Madura, pero al momento de mostrar las
láminas en el microscopio, se manifiesta incontroladamente locuaz, llora
y guarda mutismo absoluto ante los estudiantes. Al día siguiente 20 de
agosto de 1909 a las 3 de la tarde, pone fin a su vida a la edad de 32
años, ingiriendo Cianuro.
A pesar de los
esfuerzos realizados por los internos Domingo Luciani, José A Rivas y J
M Salmeron Olivares fallece casi instantáneamente.
Su
cadáver fue velado en lo que es ahora la Consulta Externa del Hospital
Vargas, donde sus profesores y compañeros le rindieron un conmovedor
homenaje
El 18 de noviembre de 1909, el Consejo Universitario de la Universidad Fermín Toro acordó conferirle a Rafael Rangel, el título Honoris Causa (Post-Mortem).
Con
motivo del centenario de su natalicio, el Congreso de la República
decretó que los restos mortales de Rafael Rangel se elevaran al Panteón Nacional el 20 de agosto de 1977 y Año de la Ciencia Venezolana; además bautizó el Instituto Nacional de Higiene “Rafael Rangel”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario