Afectada por una fuerte tuberculosis, Teresa de la Parra muere el 23 de abril de 1936 en Madrid.
Teresa de la Parra nació en París el 5 de
octubre de 1889; es la escritora venezolana más importante del siglo
XX, reconocida por sus inmortales novelas Ifigenia (1924) y Memorias de Mamá Blanca
(1929), en las que los rasgos del criollismo literario venezolano se
mezclan con influencias de la literatura europea. Su ideario acerca del
importante y progresista papel de la mujer en la sociedad, le inscriben
en un feminismo moderado, que fue plasmado en varios discursos y
conferencias.
Ana Teresa Parra Sanojo –conocida como Teresa de la Parra–
nació en el seno de una familia aristócrata venezolana. Su infancia
transcurre en una hacienda a las afueras de Caracas; tras la muerte de
su padre, la familia se traslada a Europa, donde inicia su faceta de
escritora. Hacia 1910 regresan a Venezuela y entra en contacto con el
ambiente de cafés y tardes de tertulias que se daban en los alrededores
de la Plaza Bolívar de Caracas. Ya en 1915 sus cuentos de corte
fantásticos son publicados en revistas parisinas y otras publicaciones
venezolanas como El Universal y la revista Lectura Semanal, en las que firma como Fru-Fru.
En 1920 publica en la revista Actualidades –dirigida por Rómulo Gallegos– su “Diario de una caraqueña por el Lejano Oriente”,
a partir de las experiencias vividas por su hermana; ese año inicia la
escritura de su primera novela Ifigenia. En 1924 fue publicado El diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba, bajo el seudónimo Teresa de la Parra, y en 1929 se publica Memorias de Mamá Blanca,
novela que escribe durante un viaje a Suiza. Afectada por una fuerte
tuberculosis, Teresa de la Parra muere el 23 de abril de 1936 en Madrid.
Para el año 1974 sus restos fueron repatriados, y en 1989 fueron trasladados al Panteón Nacional.
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