Una de las historias más fabulosas del hipismo mundial ocurrió un primero de Mayo de 1971, hace ya 35 años. Cañonero II, propiedad del turfman venezolano Pedro Baptista, entrenado por el venezolano Juan Arias y conducido por el venezolano Gustavo Ávila, dejaba sin palabras a cientos y cientos de miles de aficionados de todo el planeta al ganar en contundente atropellada el Kentucky Derby en el hipódromo de Churchill Downs, convirtiéndose quizás en la mayor sorpresa de la historia de la Carrera de las Rosas.
En lugar de contar la tan repetida historia de como Cañonero II hizo un viaje lleno de inconvenientes a los Estados Unidos para convertirse en un héroe mundial, prefiero comentarles acerca de una anécdota que con mucha emoción cuenta "Cot" Campbell, hípico de mil batallas, fundador del Dogwood Stable en 1969 y propietario de numerosos ganadores clásicos, entre los cuales destaca nuestro conocido Summer Squall, ganador del Preakness Stakes (gr. I) de 1990.
Para Campbell, su gran obsesión como propietario es ganar algún día el Kentucky Derby. Es tanto este empeño que llega a comparar una victoria en la Carrera de las Rosas con "guardar un rayo dentro de un frasco", dando a entender lo difícil que resulta esta histórica competencia. De hecho, este es el nombre de un libro que publicó en el año 2000 (Lightning in a Jar), una especie de guía para el propietario de purasangres basada en sus propias experiencias.
Cuenta Campbell que en 1970 se encontraba en Keeneland revisando algunos dosañeros que le habían llamado la atención en el catálogo y que iban a ser subastados. Uno de estos potros era el castaño hijo de Pretendre en Dixieland II. Pidió que se lo mostraran, y para su desencanto le trajeron a un caballo tosco, feo y muy "chueco" de la mano derecha. Ni siquiera pidió que lo caminaran, y acto seguido anotó en su catálogo: "Mano derecha?". Luego trazó una gran "X" en la página correspondiente y lo descartó. Llegó a pensar que jamás llegaría a las pistas, e incluso recuerda haberse reído cuando el caballo fue vendido en
subasta por apenas 1.200 dólares...
Cot Campbell estaba en la tribuna de Churchill Downs aquel primero de Mayo. Observaba la carrera con detenimiento y cuando los caballos enderezaban en la recta final notó a un castaño que pasaba por fuera a liquidar la carrera. Al ver su desplazamiento, sobre todo el de la mano derecha, recordó de quién se trataba. "No puede ser!", pensó en voz alta. Cañonero II pasó frente a las tribunas aplastando a sus rivales, con un Gustavo Ávila crecido, y logró la ansiada carrera que tanto le ha sido esquiva a Campbell...
Al regresar a su oficina, Campbell hurgó entre sus libros hasta encontrar aquél catálogo del año anterior. Arrancó la hoja correspondiente a Cañonero y la mandó a enmarcar. Desde ese día, el pedigree de Cañonero, doble coronado y Campeón Tresañero de 1971 en USA, es parte fundamental de la decoración de su despacho. "Yo pude haber comprado al ganador del Derby por $1.200. He invertido grandes sumas de dinero buscando ese caballo que gane la Carrera de las Rosas y aún no lo he logrado", cuenta Campbell. "Es por ello que cada vez que me siento en el tope del hipismo regreso a mi oficina y contemplo la hoja de catálogo de Cañonero II... Una vez que la veo me siento humilde y vuelvo a poner los pies sobre la tierra"
Desde recordamos con alegría y con mucha emoción la gran hazaña de nuestro Cañonero II, y renovamos nuestra sincera palabra de felicitación para el "Monstruo" Gustavo Ávila, para el entrenador Juan Arias, para don Pedro Baptista (allá en el cielo) y para todos aquellos que estuvieron directa o indirectamente involucrados en uno de los momentos más gloriosos, no solo de nuestro hipismo, sino de nuestro deporte en general. Viva Cañonero...!!!.
ORIGEN
El
hijo de Pretende en Dixieland II, nacido en los Estados unidos, fue adquirido
en una subasta de Yearling, celebrada en Keeneland en el mismo país que lo vio
nacer, fue comprado por un señor conocido como Turfman Luis Navas, quien
pagó apenas la cantidad de 1.200 dólares. Más tarde el potro fue llevado a
Venezuela donde fue de nuevo subastado, esta vez fue adquirido por el señor
Pedro Baptista quien nunca imaginó que su ejemplar haría historia en el hipismO
mundial.
Cañonero era un ejemplar común, que no llamaba mucho la atención, pues
no poseía una belleza física y ninguna estampa llamativa. Siempre fue un animal
tranquilo, que en la pista se dejaba guiar por su traqueador sin ningún
problema. Su propietario Pedro Baptista le confió el ejemplar al entrenador
Juan Arias, quien siempre demostró tener muchos conocimientos en la preparación
de animales.
El sueño del propietario era llevarlo a correr en norte América y por
eso había comprado este ejemplar, el cual primero debería correr en Venezuela
para ver que demostraba en la pista
Este castaño, con tatuaje labial 005T, hizo su debut en la pista de La Rinconada, un 8 de agosto de 1970, donde intervino en la carrera número 746, con handicap de 50 kilos y con la conducción de J.E. Contreras. Esta prueba la corrió en distancia de 1.200 metros, donde intervinieron 13 participantes y este caballo no tuvo inconvenientes para ganarles de forma cómoda en tiempo de 73´ exactos.
Este castaño, con tatuaje labial 005T, hizo su debut en la pista de La Rinconada, un 8 de agosto de 1970, donde intervino en la carrera número 746, con handicap de 50 kilos y con la conducción de J.E. Contreras. Esta prueba la corrió en distancia de 1.200 metros, donde intervinieron 13 participantes y este caballo no tuvo inconvenientes para ganarles de forma cómoda en tiempo de 73´ exactos.
Después de su primer triunfo en el óvalo de La Rinconada, se preparó con cuidado para su segunda incursión que se hizo en 17 de diciembre de 1970, repitiendo la misma distancia de su estreno y les volvió a ganar de manera determinante. En su tercer intento en la pista caraqueña se impuso con mucha clase pero en distancia de 1.400 metros.
Su propietario al ver el ejemplar invicto lo inscribió en el clásico ¨Gobernador del Distrito Federal¨, prueba en la que no figuró en el marcador. Después de esta mala carrera en el siguiente año intervino en varias competencias, donde ganó varias pruebas y en otras estuvo en el marcador, empleando tiempos aceptables.
Cañonero en La Rinconada no tuvo un jinete fijo, al comienzo de campaña
fue guiado por J.E. Contreras, también estuvieron en su lomo Juan E. Cruz,
Gustavo Avila y en sus últimas carreras en Caracas fue montado por
Rafael David Guzmán.
Su campaña en La Rinconada fue de
6 triunfos en 10 actuaciones, logrando tres tercer lugar y una sola no
figuración en pizarra, produciendo así para su propietario la cantidad de
119.681 bolívares.
Con estas aceptables actuaciones,
deciden llevarlo a probar suerte en E.E.U.U., para que disputara en las
carreras de la triple corona norteamericana. Al darse la noticia mucha gente no
creyó en la información, ya que la noticia parecía increíble, ya que nadie
creía en la oportunidad de este ejemplar. Su dueño Pedro Baptista no le hizo
caso a estos comentarios y siguió adelante con su idea, logrando así para
Venezuela una de las hazañas hípicas más importantes del hipismo venezolano, la
cual mucha gente no podrá olvidar.
Muy poco se esperaba de Cañonero según especialistas en hipismo norteamericanos, a su llegada al país del Tío Sam, solo se comentaba la posibilidad de los favoritos en ganar el Derby. Cañonero había tenido una campaña regular en Venezuela, pero su propietario Pedro Baptista y su entrenador Juan Arias, tenían la fe en que este castaño haría una buena demostración.
Muy poco se esperaba de Cañonero según especialistas en hipismo norteamericanos, a su llegada al país del Tío Sam, solo se comentaba la posibilidad de los favoritos en ganar el Derby. Cañonero había tenido una campaña regular en Venezuela, pero su propietario Pedro Baptista y su entrenador Juan Arias, tenían la fe en que este castaño haría una buena demostración.
Sus allegados conversaron con Gustavo Avila, un gran jinete de categoría que ya tenía experiencia conduciendo a este ejemplar, y el cual no estaba luchando la estadística y no tuvo ningún problema en viajar a los Estados Unidos. Cañonero llegó 12 días antes de disputarse el Kentucky Derby, que se correría el 1ro. de mayo de 1971, donde pasó cuatro días en Miami en cuarentena.
Fue llevado por tierra a
Louisville, Kentucky, llegando el sábado, una semana antes de la carrera. Fue
un viaje agotador para el ejemplar quien llegó un poco cansado y perdió peso
físico. El domingo fue sacado al picadero en los alrededores de la cuadra,
mientras que el lunes galopó de forma lenta una milla. El martes trabajó los
2.000 metros a mayor velocidad, y el miércoles ensayó los 800 metros en 55¨
exactos. Su preparador Juan Arias vio que su pupilo estaba mejorando su
condición física como lo era en Venezuela, desde ese momento lo siguió trabajando
de manera cómoda.
Este descendiente de Pretende fue
cotizado 30-1, mientras que uno de los favoritos era Jim French con Angel
Cordero, también fueron muy jugados Bold And Able y Eastern Fleet. El ejemplar
Jim French había ganado 3 clásicos en nueve salidas a la pista.
La carrera del Derby
Era un lote de 20 ejemplares los
que se disputarían el Derby el sábado 1ro. De mayo de 1971, ante clima
agradable y nada más y nada menos que ante de 123.284 espectadores. Cañonero
corrió con el número 15 y estaba un poco indócil antes de la carrera, que se
disputaría en 2.000 metros. Se da la partida y Cañonero queda un poco rezagado
y quedaba en posiciones intermedias, mientras que en la punta había una
fortísima pelea entre Eastern Fleet y Bold And Able, el favorito Jim French
estaba quinto e intentaba de progresar por la parte exterior de la pista.
Cañonero al acercarse a la recta del frente se acercó más al pelotón mediano
que seguía a los líderes, y su jinete Gustavo Avila viendo el gran número de competidores
trató de recortar ventaja por la parte interior de la pista, pero no tenía
oportunidad de avanzar por la baranda, ya que habían muchos ejemplares
corriendo por ese lugar. En ese instante Gustavo Avila inteligentemente comenzó
a buscar al ejemplar hacia fuera aunque pareciera que el camino le resultaría
más largo. Los potros que peleaban comenzaron aflojar, entre ellos los
favoritos Bold And Able y Eastern Fleet. En plena recta final se vio avanzar el
número 15, era Cañonero quien atropellaba con fuerzas y pasó de un viaje para
ganar de forma fácil e increíble el Kentucky Derby, ante la mirada asombrosa de
miles de espectadores. Este caballo pagó a ganador 19.40 dólares, 8 a placé y
4.20 al show.
El sueño de Pedro Baptista se hacía realidad y sus allegados
celebraron con gran emoción la importante victoria de este animal.
Después de la victoria de Cañonero en el Kentucky Derby, pronósticos sobre sus siguientes triunfos en las carreras válidas de la triple corona norteamericana comenzaron a surgir. Unos eran positivos y otros negativos. Los que dudaban del triunfo de este ejemplar en el hipódromo de Churchill Down, decían que su triunfo había sido una casualidad. Los comentarios iban y venían, se presagiaban muchas cosas en los Estados Unidos y en Venezuela en torno a este animal.
Llegó así el Preakness Stakes, prueba que se disputaría en el hipódromo de Pimlico en Baltimore, y que se correría en distancia de 1.900 metros. Muchos venezolanos viajaron el 15 de mayo de 1971, los deseos de estos fanáticos era que Cañonero ganara el segundo paso de la triple corona.
Esta vez cambiaron los papeles y Cañonero fue uno de los favoritos en conjunto con Jim French, que según los entendidos era su principal rival en una competencia pareja. Se da así la largada y el ejemplar Eastern Fleet toma la delantera con gran velocidad, mientras que Cañonero inmediatamente sale a luchar el primer lugar con el puntero, llegando así en una fuerte pelea durante gran parte del recorrido, hasta llegar a la recta final cuando de nuevo este animal con un corazón valiente lograba alzarse con el triunfo con cuerpo y medio de ventaja, en una excelente conducción del jinete Gustavo Avila.
Lo más notable de su triunfo es
que dejó récord para la distancia de 1.900 metros de 114¨ exactos, dejando 3
quintos menos de la marca impuesta por el caballo Nashua en el año del 1.955.
Después de la espectacular
victoria la alegría de los venezolanos presentes en la pista no se hizo
esperar. Bajaron muy emocionados al paddock para recibir al caballo, que
de esta manea se convertía en el actual campeón de los hipódromos
estadounidense.
La pizarra de la competencia fue la siguiente: Cañonero, Eastern Fleet, Jim French, Sound Off, Bold Reason, Executioner, Royal J.D., Vegas Vic, Impetuisity, Spouting Horn y Limit To Reason. Cañonero dejó dividendo de 8 dólares al ganador y aumentó sus ganancias a 312.589 dólares.
Uno de los principales comentarios después del clásico es la forma como fue conducido el gran caballo en esta carrera, la cual fue diferente ha la hecha en el Kentucky Derby. Esta estrategia fue explicada por el jinete Gustavo Avila al finalizar el Preakness.
Avila dijo: "Esta estrategia se hizo a medida que se desarrollaba la competencia y me di cuenta que Cañonero mantenía el mismo ritmo de carrera y fue entonces cuando salí al frente. Así lo planeamos Juan Arias y yo, cuando entré en la recta final le di unos latigazos, pues se iba quedando dormido y tenia que hacerlo reaccionar".
Luego del Preakness Stakes el valor de este castaño se incrementó de manera notable y fue cuando los aficionados y especialistas hípicos norteamericanos se dieron cuenta de la gran clase corredora de este potro.
Este triunfo en el hipódromo de Baltimore, Pimlico puso en alto el nombre de Venezuela en todo el mundo, ya que habían muchas esperanzas que este representante venezolano lograra la triple corona de los Estados unidos.
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