El 8 de mayo de 1799 José María España es ahorcado en el sitio que hoy ocupa la estatua de El Libertador en la Plaza Bolívar de Caracas.
Esto sucedió debido a su participación en la conspiración de Gual y España contra el régimen español., descubren la conspiración el 12 de julio de 1797
y mandan e apresar a España, quien huye desde su casa, en Macuto y
junto con Gual, se va para Curazao. El complot fue descubierto por el
Capitán Domingo Antonio Lander y el sacerdote Juan Vicente Echeverría,
llevada al Capitán General, al Arzobispo y a la Real Audiencia. De
Curazao llegan a Trinidad, donde España tiempo después decide regresar a
Venezuela para retomar la lucha.
Clandestinamente logra embarcarse hacia Barcelona, y de igual modo llega a La Guaira en los primeros días del año 1799.
Se aloja en la casa de una antigua esclava de su familia, cerca de la
Casa Guipuzcoana y después pasó al Cardonal, a la casa de otro esclavo
manumiso, quien también lo escondió. Dicen que de noche, disfrazado de
carbonero, iba a ver a su esposa, en la calle de San Francisco. Habiendo
salido ésta embarazada, empezó a despertar sospechas a los vecinos.
Denunciado por el esclavo Rafael España, a quien torturaron para que lo
hiciera, fue hecho prisionero, cuando bajando a la casa vecina por una
chimenea, tratando de huir, la Sra. María Josefa Herrera, lo entregó a
la comisión de soldados que lo buscaba. A través de otro esclavo de su hacienda, intenta asimismo fomentar una rebelión entre los negros de Naiguatá. José María España es capturado el 29 de abril de 1799.
El tribunal especial que lo juzga, compuesto por el capitán
general Guevara Vasconcelos, el regente Antonio López Quintana, los
oidores José Bernardo Asteguieta, Francisco Ignacio Cortínez y el
escribano y secretario Rafael Diego Mérida, determina para él un castigo
que quiere ser advertencia para el resto de los pobladores de la provincia de Venezuela. El 8 de mayo de 1799, en la Plaza Mayor de Caracas (actual Plaza Bolívar), se cumple la sentencia.
Amarrado a la cola de un caballo y literalmente arrastrado, llega desde la cárcel, lo hacen subir al cadalso y sin más trámites es ahorcado. Luego, el verdugo
procede a decapitarlo y descuartizar el cuerpo; frita su cabeza en
aceite, que fue puesta en una jaula en la Puerta de Caracas, en La
Guaira; cada parte será colocada en vigas y exhibida en la entrada de
Macuto, en Quinta Calzón, en Chacón,hoyo de la Cumbre, lugares donde él
se reunía con los conspiradores. Esto fue un hecho con el fin de
escarmentar a la población. Antes de morir dijo estas palabras:
Antes de morir pronunció:
"No pasará mucho tiempo sin que mis cenizas sean honradas"
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